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Erika Pardo Skoug, by Manu LeChuck

 

 

¿Realmente hemos dejado atrás aquel tiempo en que el único acto heroico de la mujer se limitaba a lo meramente anecdótico? Según deducimos de las palabras de Erika Pardo Skoug (1980, Málaga – Suecia), su discurso se centra precisamente en esa eterna disputa entre la libertad personal y el rol social impuesto, el feroz paso del tiempo y el anhelo de trascendencia; todos requisitos ineludibles en este juego vital de la existencia.

Esta crisis del “yo” ha derivado en una obra que se erige como un monolito de aplastante firmeza. A pesar de experimentar con diferentes formatos y disciplinas (dibujo, pintura, fotografía o videocreación), su trabajo es como un rayo de luz que apunta hacia una clara dirección temática: la maternidad. Si bien es cierto que ha conseguido descomponerlo y reflejarlo sobre una multiplicidad de facetas, logrando así una complejidad que invita al espectador a reflexionar y a sumergirse en varias lecturas. De esta forma encontramos en sus obras imágenes que nos remiten a la infancia, el temor al parto o a la ausencia de maternidad, nostálgica al punto de ser hiriente.

Su último trabajo ‘Empty’ al igual que su serie ‘Weapons’, posee dos dimensiones enfrentadas y enemigas a primera vista; existe ese interesantísimo conflicto entre continente y contenido que identifica al arte contemporáneo. Por un lado encontramos el sedoso y templado papel que da soporte al gélido vacío de bordes metálicos y afilados, y que no es más que una ilusión huella del efímero grafito sobre papel. Con el óleo sobre lienzo sobredimensiona el motivo consiguiendo un realismo insólito y excepcional con el que llega a hacernos dudar si lo que observamos es una fotografía. Lo mismo ocurre con sus dibujos a grafito en los que su dominio de la técnica queda patente al generar texturas ilusorias con una precisión impecable.